domingo, 10 de marzo de 2013

¿ Qué estudios te hicieron?

La curiosidad se agudiza en estos casos y por identificación sintomática o por lo que sea, te obliga a averiguar si a otra mujer que está en este proceso le hicieron más estudios que a vos.
Siempre pensás en el fondo que hay algo que el médico se olvidó, entonces cuando hablás con otra que le hicieron algo más que a vos, empezás internamente con los reproches al médico.
Si se olvidó de algo es de vos como paciente; tu subjetividad se reduce a una fichita que saca cada vez que llegás, frente a la cual tenés la sospecha de que él tiene una aproximada idea de quién sos y qué te pasa.
Para evitar momentos de zozobra te adelantás antes de que ponga cara de “qué te pasaba a vos” y le decís:
-"¿Se acuerda que yo vine hace 15 días y tenía que tomar esta medicación y hoy me hacía la ecografía para ver si el óvulo estaba arriba, abajo, chico o grande?"
- “No, doctor, hoy no me hacía una inseminación, era para ver si estaba todo bien, y en ese caso, programábamos una para la próxima”.
Del médico esperás que sepa algo, que sea contenedor, que te atienda más de diez minutos si esto es posible, que te diga la verdad pero no tanto.
Pero lo que más más calma tu ansiedad es que te pida todos, pero todos, los estudios que existen, por las dudas.
Si te enteraste de que a otra le hicieron un estudio de óvulos el día 22 del mes y a vos el día 14, entonces te parece que tenés que cambiar de médico, o también podés ir y romperle los testículos para que ordene los del día 22.
Otra escena se da cuando leés en el diario o en Internet (gran usina de confusión) que encontraron la solución para algo parecido a lo tuyo, ¿qué haces?, obvio: la próxima consulta vas con la nota en la cartera y no sé si es para desafiarlo o para decirle que esté atento con vos porque seguís de cerca los avances científicos, sacás así de la nada la nota y como al descuido le decís, “mire, vi esto el otro día,  ¿no sería una solución para mí?” y el te responde “no, eso es para pacientes diabéticas, ¿vos no eras diabética, no? ” No, yo no soy diabética, hace dos años que vengo acá y todavía tenés dudas. (Todo esto lo pensás y lo reprimís).
Bueno, el recorte no aportó nada; para descomprimir decís - mientras vas doblando y guardándolo en la cartera- se lo traje porque me pareció interesante, tal vez era algo que estaba en período de prueba.
(Ahí viene un monólogo de justificación frente a un tipo que sospechás que debe estar pensando que en una hora tiene que estar jugando al tenis).
Una de las tantas preguntas, obviamente sin respuestas, es: ¿por qué no te hacen todos los estudios juntos, de una sola vez?
Hay una idea que funciona como un enunciado universal: que sean lo menos invasivo posible, y es conveniente que sean graduales para que no resulte tan traumático……………….....
Y como buena histérica que soy, tengo la fantasía de que el estudio que develará la incógnita es justo el que no me hicieron. Y generalmente tengo razón.
Y no se trata de mi histeria, no es  psicológico, ni simbólico, ni nada; es sólo real. Hay que hacer todos los estudios para el diagnóstico médico, (lo simbólico es para el analista).
A tal punto esto fue así que me detectaron algo a partir de otro algo que me enteré al pasar y por supuesto como me puse insistente con el médico, para dejarme tranquila me hizo hacer el estudio. ¿Y qué pasó? Que tenía ese algo! Y cuando le llevé los resultados me dijo: sí, yo sospechaba que podía pasar esto.
¿Y por qué razón no me lo hiciste hacer antes entonces? Me hiciste tomar un arsenal de pastillas, me hiciste operar, me inflaste con todas esas hormonas, me hiciste hacer un estudio sin anestesia que casi me infarto del dolor y así, como al pasar - se nota que a vos no te exprimen los testículos- me decís: yo me imaginé que podías tener esto. (Todo este párrafo otra vez lo pensás y lo reprimís).
¿Qué hacés?, de verdad, ¿qué le hacés? Las opciones las dejo a criterio y creatividad del lector.
O cambiás de médico; lo hice, claro que lo hice pero que pasó: lo mismo.
Los estudios que llevás no sirven de nada y te piden todo otra vez, por supuesto gradualmente para que no te traumes…………………………………………..
Epílogo: volvés al primero. Con un millón de años encima.