Tengo una vida por detrás.
No sé si corro, o ella me corre a mí.
A veces nos encontramos y nos reímos.
La miro y me mira, y las dos pensamos ¿quién sos?
Nos relojeamos.
Decimos cosas por lo bajo.
Ella es reprochona. Y yo también.
No nos escuchamos.
¿Para qué?
Si siempre vamos cada una por su lado.
A veces me doy vuelta para ver si viene, y sí, ahí está.
Siempre atrás. Como el olor a mandarinas. Y las manchas de mora.
A veces me doy vuelta, me paro y le digo ¿qué haces loca?
Ella aprovecha para jugar y me agarra de los pelos, de mis rulos.
Pero yo la dejo, porque después se le pasa, y a mi también.
Salgo corriendo.
Y ella detrás.
Alguna vez me debe haber ganado; ella delante y yo detrás.
Pero no me acuerdo. Me da una bronca.
Ahora me voy a esconder detrás de un árbol y a quedar quieta hasta que me pase.
Así se pone contenta que va adelante.
Y yo también.