viernes, 11 de octubre de 2013

Historial aleatorio de las sesiones de Sara, el pensamiento de Sara y el psicoanalista. Sexta sesión

S: estuve muy angustiada.
P: (silencio analítico)
S: ¿no va a decirme nada? Le digo que estuve muy angustiada.
P: qué enojada que está.
S: claro que estoy enojada ¿no tengo derecho?
P: sí, Sara, claro que tiene derecho
S: ¿entonces?
P: ¿entonces qué?
S: entonces que estuve muy angustiada!!
P: ¿y qué espera que le diga?
S: algo, no sé, algo
P: ¿no pensó en adoptar?
S: ay… sí,  por supuesto que lo he pensado; sabe lo que pasa, que cuando cumplen 15 
     años empiezan con el tema de conocer a la madre biológica.
P: ¡Sara! Es un derecho, es la identidad!!! ¿ se escucha lo que está diciendo? ¿cuál su  
    problema?
S: ¡¡sí¡!! claro que estoy de acuerdo con lo que me dice, por quien me está tomando,
     por supuesto que sí.
P: ¿entonces?
S: entonces que siempre llego al mismo punto.
P: ¿qué punto?
S: que me tengo que pasar 15 años con el tema de los padres del corazón, después el
     periplo de encontrar la madre biológica y después volver a terapia familiar para hacer
     la síntesis.
P: ¿y?
S: y se me va la vida ¡vio?!
P: ¿y?
S: que no soy tan generosa.
P: claro, es por eso que usted no ha tenido hijos, nos vemos la próxima.
Pensamiento de Sara: la próxima lo mando a la puta madre que lo parió.


domingo, 22 de septiembre de 2013

Pregunta

















                                                                     ;
¿ y no era más que vacío?

lunes, 22 de julio de 2013

Mi mundo mío

En la pupila absorta de mi destino, me pierdo.
Me encuentro en la borra del café del pocillo,
en aquel olor calentito.
Y en el ruido callejero amigo.


En la línea que me anuncia la pampa, en el lugar mío.
Me veo en el olor del verano,
en el espejo del rocío,
en la hamaca adolescente de aquel desafío.
Me espío en mis ruidos,
el de las ranas chillonas cuando para del agua,
y el de la noche con grillos.
Como si me estuviera viendo, entre la ropa colgada,
con ese vapor que empañaba todo, y ahora el sinfín del alma.
Ríe con la gracia de la inocencia,
ríe ahora, que falta.


Me mareo en la copa de vino.
Me encuentro en la mirada pasada de un viejo,
y en la mágica de un niño,
que no es mi niño. 
Yo sé de la certeza eterna de tu vacío.
Yo sé de mis días y de tu nido.


Volé para adelante sin camino,
y sin moverme de mí soy otra.
Y soy todas.
Iguales, diferentes y parecidas.
Más callada, en la adivinanza de las formas de mi destino,
de las líneas de mis manos, tan llenas y tan vacías,
te abrazo.


Aunque te escurras entre mis piernas,
te abrazo.


Y vuelo siendo otra. Absorta, nueva, me alivio.

En mi mundo, pequeño, raro y escondido.
Mi mundo mío.

martes, 18 de junio de 2013

La vida por detrás

Tengo una vida por detrás.
No sé si corro, o ella me corre a mí.


A veces nos encontramos y nos reímos.

La miro y me mira, y las dos pensamos ¿quién sos?
Nos relojeamos.


Decimos cosas por lo bajo.
Ella es reprochona. Y yo también.


No nos escuchamos.
¿Para qué?
Si siempre vamos cada una por su lado.


A veces me doy vuelta para ver si viene, y sí, ahí está.
Siempre atrás. Como el olor a mandarinas. Y las manchas de mora.


A veces me doy vuelta, me paro y le digo ¿qué haces loca?

Ella aprovecha para jugar y me agarra de los pelos, de mis rulos.
Pero yo la dejo, porque después se le pasa, y a mi también.
Salgo corriendo.
Y ella detrás.


Alguna vez me debe haber ganado; ella delante y yo detrás.
Pero no me acuerdo. Me da una bronca.


Ahora me voy a esconder detrás de un árbol y a quedar quieta hasta que me pase.
Así se pone contenta que va adelante.


Y yo también.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Arrorró YO NIÑA

Arrorró YO NIÑA.
Arrorró ese sol.
Arrorró el pedazo de mi corazón.


Una musiquita muy acompasada
pasa por mi alma de baba aniñada.
La mira curiosa, le canta animada,
le mueve la baba a MI NIÑA amada.
Me acuerdo de ELLA, de YO NIÑA
alada, juega quetejuega y ríe alocada.


YO MI NENA LINDA,
me gusta la noche,
quiero que me lleven a pasear en coche.
Con un gran cochero que tenga galera,
y si ando despacio, me tenga la vela.


Redondo redondo sin tapa y sin fondo
¿Qué es?
Un corazoncito dulce como el sol,
que lindo, que lejos, me acuerdo de vos,
de cuando jugabas, de cuando reías,
de cuando trepabas lleno de alegrías.
De cuando las manos del Don Pirulero,
tocaban las nubes sólo por deseo.
Sin tapa y sin fondo
¿Qué es?
El deseo.


YO ando YO camino,
quién no adivina el desafío.
De mirar el tiempo,
de oler el cielo,
de tocar el aire.
De dar de nuevo.


Y coqueteo con el sentido de mis sentidos.
Y abro la puerta para ir a jugar.
Y me canto.


Arrorró YO NIÑA.
Arrorró ese sol,
quedó un pedacito de ese corazón.



domingo, 10 de marzo de 2013

¿ Qué estudios te hicieron?

La curiosidad se agudiza en estos casos y por identificación sintomática o por lo que sea, te obliga a averiguar si a otra mujer que está en este proceso le hicieron más estudios que a vos.
Siempre pensás en el fondo que hay algo que el médico se olvidó, entonces cuando hablás con otra que le hicieron algo más que a vos, empezás internamente con los reproches al médico.
Si se olvidó de algo es de vos como paciente; tu subjetividad se reduce a una fichita que saca cada vez que llegás, frente a la cual tenés la sospecha de que él tiene una aproximada idea de quién sos y qué te pasa.
Para evitar momentos de zozobra te adelantás antes de que ponga cara de “qué te pasaba a vos” y le decís:
-"¿Se acuerda que yo vine hace 15 días y tenía que tomar esta medicación y hoy me hacía la ecografía para ver si el óvulo estaba arriba, abajo, chico o grande?"
- “No, doctor, hoy no me hacía una inseminación, era para ver si estaba todo bien, y en ese caso, programábamos una para la próxima”.
Del médico esperás que sepa algo, que sea contenedor, que te atienda más de diez minutos si esto es posible, que te diga la verdad pero no tanto.
Pero lo que más más calma tu ansiedad es que te pida todos, pero todos, los estudios que existen, por las dudas.
Si te enteraste de que a otra le hicieron un estudio de óvulos el día 22 del mes y a vos el día 14, entonces te parece que tenés que cambiar de médico, o también podés ir y romperle los testículos para que ordene los del día 22.
Otra escena se da cuando leés en el diario o en Internet (gran usina de confusión) que encontraron la solución para algo parecido a lo tuyo, ¿qué haces?, obvio: la próxima consulta vas con la nota en la cartera y no sé si es para desafiarlo o para decirle que esté atento con vos porque seguís de cerca los avances científicos, sacás así de la nada la nota y como al descuido le decís, “mire, vi esto el otro día,  ¿no sería una solución para mí?” y el te responde “no, eso es para pacientes diabéticas, ¿vos no eras diabética, no? ” No, yo no soy diabética, hace dos años que vengo acá y todavía tenés dudas. (Todo esto lo pensás y lo reprimís).
Bueno, el recorte no aportó nada; para descomprimir decís - mientras vas doblando y guardándolo en la cartera- se lo traje porque me pareció interesante, tal vez era algo que estaba en período de prueba.
(Ahí viene un monólogo de justificación frente a un tipo que sospechás que debe estar pensando que en una hora tiene que estar jugando al tenis).
Una de las tantas preguntas, obviamente sin respuestas, es: ¿por qué no te hacen todos los estudios juntos, de una sola vez?
Hay una idea que funciona como un enunciado universal: que sean lo menos invasivo posible, y es conveniente que sean graduales para que no resulte tan traumático……………….....
Y como buena histérica que soy, tengo la fantasía de que el estudio que develará la incógnita es justo el que no me hicieron. Y generalmente tengo razón.
Y no se trata de mi histeria, no es  psicológico, ni simbólico, ni nada; es sólo real. Hay que hacer todos los estudios para el diagnóstico médico, (lo simbólico es para el analista).
A tal punto esto fue así que me detectaron algo a partir de otro algo que me enteré al pasar y por supuesto como me puse insistente con el médico, para dejarme tranquila me hizo hacer el estudio. ¿Y qué pasó? Que tenía ese algo! Y cuando le llevé los resultados me dijo: sí, yo sospechaba que podía pasar esto.
¿Y por qué razón no me lo hiciste hacer antes entonces? Me hiciste tomar un arsenal de pastillas, me hiciste operar, me inflaste con todas esas hormonas, me hiciste hacer un estudio sin anestesia que casi me infarto del dolor y así, como al pasar - se nota que a vos no te exprimen los testículos- me decís: yo me imaginé que podías tener esto. (Todo este párrafo otra vez lo pensás y lo reprimís).
¿Qué hacés?, de verdad, ¿qué le hacés? Las opciones las dejo a criterio y creatividad del lector.
O cambiás de médico; lo hice, claro que lo hice pero que pasó: lo mismo.
Los estudios que llevás no sirven de nada y te piden todo otra vez, por supuesto gradualmente para que no te traumes…………………………………………..
Epílogo: volvés al primero. Con un millón de años encima.



sábado, 2 de febrero de 2013

Diccionario Lúdico (4)

ABUEL@: uso discriminatorio para nombrar a las personas en la etapa de la ancianidad, dado que alguien que no tuvo descendencia no tiene por qué ser nombrado de esta forma. Presupone la existencia de hijos.

MAESTRA: ser humano que forma parte del mundo infantil. Los que no tienen descendencia creen que son sujetos casi míticos, de una vida que ya esta altura, se duda si alguna vez existió.

EGOÍSMO: etapa narcisista infantil a la que los (a)pater y (a)mater no han tenido necesidad de renunciar.

EXPERIENCIA DE VIDA: dícese de las vivencias, aciertos y sobre todo errores de la vida, que la (a)mater se los llevará a la tumba. Queda exenta de alertar sobre posibles fracasos.


viernes, 25 de enero de 2013

El Doctor (1)

Hoy me estuve acordando la primera vez que escuché: tendrían que consultar a un especialista en fertilidad. Son esos días de la vida que uno sabe que no va a olvidar nunca, como si pudiéramos intuir aquello que nos va a cambiar la vida para siempre, convirtiéndonos en otras personas.
La experiencia psíquica fue de disociación: como dos Yoes de una cabeza partida.
A medida que íbamos entrando en tema, que este médico que el otro, que acá que allá,  los demás tenían hijos: 1 2 3 4 5 6 7 y nosotros ni uno. Por lo menos uno para ver como es.
¿Por qué será que son situaciones que uno cree que les pueden pasar a los demás pero no a uno?  Como si creyéramos que estamos exentos no sé por que extraña razón, de todo aquello que percibimos como trágico; pero un día los demás somos nosotros.
Y sin saber como sucede, ese mismo día empezás a sentir que estás viviendo una situación trágica, digo trágica por aquel momento en que se vuelve irreversible.
Volviendo a lo que dijo el Doctor, pasamos de problemas de fertilidad a esterilidad, que es parecido pero peor. Así es como de las irregularidades hormonales escalamos a otra complicación; que suerte era esto, entonces me operan y ya está.
Pero no, tampoco era esto.
Otra vez al médico.
Ahí vamos a hacer el Estudio de Nombre Difícil que no me acuerdo, que no cuento ni el procedimiento, ni el resultado, ni la interpretación de mi Psicoanalista porque es algo muy privado. Es fabulosa su interpretación. Me da pudor contarla. Mejor no la cuento.
Ahora es algo nuevo.
Estábamos en esterilidad, ya pasó a castaño oscuro.
A esta altura todas las palabras dejaron de ser enemigas, ahora hablo de fertilidad, esterilidad, Inseminación Asistida, in Vitro, con una familiaridad, ya conveniente.
Yo les voy a contar como es una IA: es un proceso eminentemente extraño que contiene una mujer con una agotadora esperanza (pensando que nunca en la vida pensó que iba a estar en tal escena surrealista), Él (que supongo piensa lo mismo o no sé que piensa), un Médico con una jeringa en la mano, y el Biólogo (cuyo trabajo previo se focaliza en la procesadora darwiniana donde quedan los más aptos; los espermatozoides, claro).
Él y Yo nos tomamos de la mano para darnos un poco de intimidad, que por supuesto no sucede, o sí sabemos que nos sucede a nosotros, sin que ellos lo perciban.
Una vez que termina el procedimiento médico siguen 15 minutos donde yo no quiero ni respirar.
En esa espera hablamos bajito; como un susurro, no sé por qué, es como una ceremonia.
Vuelve el Doctor con una sonrisa relajante, puedo bajar las piernas.
Me levanto como en cámara lenta, el Doctor me tiene la camilla, Él me tiene un brazo y yo sigo hablando como que me doliera algo.
Me duele algo.
Una vez incorporada ya sé de qué se trata todo: la Progesterona, la Aspirineta, el Ácido Fólico, la Heparina (para lo del Estudio de Nombre Difícil que no me acuerdo).
Salimos a la calle con contradicciones, deben ser los miedos. Decimos que esta vez seguro va a ser por cualquier motivo que encontremos sugestivo, pero como inmediatamente nos adelantamos a la futura y posible negativa, mejor decimos que no, que mejor todo siga normal.
Igual nada sigue normal, no debe existir normalidad más impostada que aquella que tiene que ser pautada. En general el tiempo se vuelve lento, con todo lo mejor y lo peor que tienen los motivos de la lentitud.
Nos ahorramos palabreríos y esperamos con normalidad.

viernes, 4 de enero de 2013

Manifiesto

NOS, los representantes del pueblo de los grandes sin chicos,
en voluntad y expresión de la población que lo componen,
en respuesta a nosotros mismos.
A los niños que no quisieron estar con nosotros,
que no nos eligieron como padres,
que se lo perdieron.
A la naturaleza contra natura.
A Dios, a las Vírgenes y a los Santos,
que no escucharon nuestros ruegos.
A los que nos acompañaron,
nos aconsejaron,
nos acosaron.
A la Ciencia,
que siempre es útil para otros.

DECLARAMOS:
que nos enojamos
nos cansamos
nos agotamos
nos resignamos.
Lloramos.
Pataleamos.
Maldijimos.
Enfurecimos.
Nos calmamos.
Nos aceptamos.
Nos relajamos.
Entendimos.
Aprendimos.
Crecimos.
Maduramos.
Nos sanamos.
Sin treta.
Sin tristeza.
Con defectos.
Con afectos.

BUSCANDO:
libertad,
felicidad,
adentro,
en nosotros,
en uno de uno.

Siendo nuestros propios niños.
En el universo de una niñez ausente,
por vieja y por inexistente.
Grandes chicos,
chicos grandes.

REGALAMOS esta ofrenda de palabras.
A la par.
Que son fuertes y débiles.
Que son crudas y recocidas a tabúes.
Que son dolor y alegría.
Que atormentan y pacifican.
Para nosotros,
para la posteridad,
y para todos los grandes
de esta tierra,
que habiten un universo sin chicos.

Y como Peter Pan,
no pierdan las ganas de jugar.