A vos te hablo ¿me escuchás? Sí, a vos.
Espero que me des una respuesta pero sos siempre igual, callado y autoritario.
Vos decidís y no me consultás qué quiero yo.
Cuándo será el día que tengas un gesto, que seas más flexible y demuestres tu grandeza; siempre mirando todo desde arriba; inconmovible.
Estoy esperando que me digas cómo se hace para ahuyentar la tristeza cuando te atraviesa la garganta y sigue perforando para abajo hasta llegar al estómago.
¿Qué querés demostrar? ¿Que tenés el poder de hacernos venir y abandonarnos a nuestra suerte?
Yo te voy a decir qué soñamos
Soñamos que tenemos suerte
Suerte como Paris que no pudo pelear bien, pero vino la Diosa y se lo llevó volando.
Tuvo suerte.
Todos queremos que venga la Diosa y nos lleve por los aires bailando con una melodía, que rompa el tiempo y vayamos de adelante para atrás, de abajo para arriba como en el Mundo de Alicia y de la nada pasemos por un huequito y nos choquemos con la puerta de la magia.
Ese día voy a venerarte, cuando sea como Alicia, cuando de la nada todo sea posible, cuando con un pan calmes de verdad el calambre en el estómago de millones.
Padre nuestro que sos invisible
Desmitificado sea tu nombre
Hágase mi voluntad en la tierra
porque no hay cielo
Y quítanos la mala suerte de cada día
Te perdono el azar
De olvidarte de quienes te necesitan
Líbrame de esperar algo de ti
A VOS
POR LAS DUDAS
TE PIDO
Que si cae un rayo quedemos lejos del árbol
Que alguna Virgen alguna vez llore delante de todos
Que podamos solamente ser felices
Que todo sea un mar de agua tibia
Que encontremos una tabla en el naufragio
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