domingo, 4 de marzo de 2012

Dos Lunas. Relato Infantil

Hace tiempo, tanto que no se puede contar, había en el cielo dos lunas, la nuestra y otra chiquita. Estaban unidas por un hilo de plata.
A veces el hilo se estiraba y ellas quedaban tan lejos que parecía que iban a cortarlo,  y otras, cuando el viento las juntaba, se pegaban y parecía que la luna grande tenía un chichón.
Dicen que en la luna chiquita vivían todos los chicos, que fue ahí  donde estuvieron siempre antes de venir para acá, y cuando había personas que querían ser papás y mamás, le escribían una carta a la cigüeña pidiéndole un bebé porque era la única que podía volar tan alto y traer a los nenes de la lunita.
Hay algunos papás que querían dos, entonces la cigüeña les traía mellizos; aunque parece ser que los primeros mellizos que vinieron fue porque los chicos hicieron una travesura y lograron sortear los controles de viaje de la cigüeña, que no se dio cuenta que venían los dos enredados en un solo pañal.    
Un día, uno de los  nenes extrañaba tanto su vida en la lunita, que  aprovechó uno de los viajes de la cigüeña  y viajó de colado.
Así fue cuando al llegar a la lunita, les contó a todos los chicos, lo que pasaba acá si les tocaban padres aburridos.
La noticia causó gran alboroto y el griterío fue tremendo.
Estaban asustados, entraron en pánico ante la posibilidad de perder todos sus derechos, porque allá se divertían todo el tiempo, si se olvidaban de algo nadie los retaba porque total estaban en la luna, los días pasaban llenos de aventuras  divertidas, a veces se trepaban por el hilo de plata y se iban a la otra luna donde descubrían nuevos escondites y agujeros para jugar a la escondida y se cansaban todo el día de hacer la caminata lunar.
Los días de eclipse eran una fiesta, se reían sin parar buscándose en la oscuridad y adivinando quien era quien.
Tenían mucho que perder, por eso fue tal el revuelo por la noticia.
Debían pensar muy seriamente qué hacer porque sabían que esta decisión  les cambiaría la vida para siempre.
Quedaron atrás esas ideas que acá era más divertido que en la lunita, nunca habían tenido noticias de que las mamás y los papás mandaban a dormir a los nenes, tampoco que tenían que ir a la escuela, ni que cuando no eran más chiquitos se les olvidaba la risa. Ni que los eclipses se veían tan lejos.
Con todo esto, cuando pararon de gritar y llorar decidieron hacer una gran reunión donde todos opinaron acerca de lo que convenía hacer.
Algunos decían que tenían que seguir como siempre esperando que viniera la cigüeña, y otros, pensaron que era muy arriesgado hacer el viaje, que tal vez nunca más podrían jugar o reírse tanto.
Entonces, por primera vez no se pusieron de acuerdo y se hicieron dos grupos: los obedientes a la cigüeña  y los desobedientes.
Los desobedientes dijeron que ellos de la lunita no se irían y que además, se iban a esconder para siempre para que la cigüeña no los encontrara;  entonces fue cuando los obedientes  se fueron por el hilo a la luna grande  para que la cigüeña pudiera encontrarlos.
Cuando el último de los obedientes terminó de cruzar el hilo, el más desobediente de todos lo cortó y la lunita se fue alejando hasta perderse entre las estrellas.
Dicen desde entonces, que los luceros brillan tanto, porque son los chicos desobedientes que no quisieron venir y que andan saltando de una estrella a otra, alumbrándonos con su luz.





1 comentario:

  1. ME ENCANTO !!!!! UN BESO GRANDE A TODOS ESOS LUCEROS QUE BRILLAN POR LA NOCHE ♥

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